La Dirección General de la Costa y el Mar del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha iniciado hoy los trabajos de aportación de arenas para reparar la erosión de la duna litoral en Deltebre, Tarragona. En concreto, la actuación consiste en reforzar la playa de La Marquesa, en una zona de unos 500 metros de longitud que ha quedado muy debilitada, con una anchura de playa de entre 15 y 25 metros. Los trabajos, que se realizarán a lo largo de esta semana, consisten en el movimiento de arena procedente de la zona norte del istmo del Fangar, donde se acumula aquella, a unos 2 kilómetros al norte de la zona de actuación. La arena se verterá en el frente costero al inicio del istmo del Fangar en un tramo lineal de unos 500 metros donde el mar ha erosionado las playas afectando al cordón litoral existente. Con el ensanche de la playa se favorecerá la protección de las playas frente a futuros temporales. Los últimos temporales de levante en la zona, durante los días 20 al 22 de octubre y del 4 al 8 de noviembre, han erosionado las playas del delta del Ebro. Estos episodios erosivos son recurrentes en este tramo de costa debido a sus particulares circunstancias. El último de ellos ha afectado a la playa de La Marquesa, donde se observó una importante erosión en el cordón litoral al inicio del istmo del Fangar al norte del Delta. Todo ello afectó a las aportaciones de arena que se habían realizado con anterioridad y a la estabilidad de los cordones dunares, que precisan de una anchura de playa seca al frente de los mismos para actuar como mecanismo disipador de energía, haciendo a la playa más vulnerable frente a futuros ataques por el oleaje. El mecanismo disipador de energía está en función del volumen de arena que se dispone para amortiguar la energía del oleaje cuando llega a las playas. El déficit sedimentario de arenas afecta a la estabilidad, funcionalidad y protección de las playas y de los terrenos y actividades colindantes, siendo una amenaza para el futuro y un riesgo para el presente.